lunes, 28 de noviembre de 2011

El Ruido De Las Cosas Al Caer Juan Gabriel Vasquez

En algún lugar en éste momento, hay un hombre caminando por la calle, no lo conoces y tal vez nunca lo conozcas, pero va a cambiar tu vida.

El ruido es un libro de las casualidades, un hombre joven acompaña a otro que le es casi por completo desconocido, pero al ir tras él le sucede un accidente y le cambia la vida.
Después de eso, hay todo un proceso donde vamos desarrollando la historia del protagonista pero más importante, la del desconocido, donde sabrémos de su vida, su familia, sus gustos y todo por intentar descubrir de manera obsesiva la linea que une a los hechos. Hay un efecto mariposa enredado en la trama, algo sin sentido, aveces insignificante cambia el mundo, Juan Gabriel Vasquez lo sabe, lo usa, aveces incluso se sale de la historia (cosas rara en ese ególatra mundo de los escritores) para narrarnos las azarosas circunstancias que terminan en éste relato fascinante.

En mi personal punto de vista, un libro bueno por lo general es cómo un buen truco de magia, si un prestidigitador no hace bien su trabajo, ves debajo de su manga, pero uno excelente nunca sabes si es habilidad o mágia verdadera, aunque tal no exista. Aveces cuándo éstoy leyendo un libro pienso, éste capitulo se le ocurrió en el transcurso a su casa, aquí le habían roto el corazón y aunque el saber ocultarlo no es prueba inequívoca de la calidad de un escrito, siempre le da varios puntos, en El Ruido no supe cómo iba creando la historia, ni sospeché el desenlace, aunque en algunas partes se ponía flojo, me mantuvo alerta por que nunca advertí cuál era el punto en donde se unirían las historias; ¡tomen eso cineastas mexicanos!.

Y como pilón, la historia es levemente tocada por el crimen organizado o tal vez profundamente, no estoy seguro, no lo estoy pues sería cómo preguntarme cómo me afecta la ola de sangre que hay en la ciudad actualmente. No me afecta, podría decirles, pues no me han matado a nadie ni conozco a nadie que le hayan matado a alguien, pero no es verdad, aveces creo que me afecta en la manera de caminar por las calles, en la de leer los libros o la de hablar con la mujer que amo, no lo se y todavía nadie sabe cómo le afectan éstos problemas sociales, pero éste autor nos da una pista y deberíamos de poner atención, ellos vivían lo mismo que nosotros, hace treinta años.

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